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¿Qué es la ética?

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¿QUÉ ES LA ÉTICA?

La definición de ética es bastante sencilla, pero resulta más fácil de entender cuando se explica en relación con otras dos áreas populares de la filosofía. En la filosofía estoica, por ejemplo, hay tres áreas básicas:

  • Lógica
  • Física
  • Ética

La lógica es el descubrimiento y desarrollo de herramientas de razonamiento como «si/sólo/entonces» y «posible/probable/entonces». En el mundo moderno, estas herramientas se enseñan a los niños desde una edad temprana y generalmente las damos por sentadas. Sin embargo, son importantes para la forma en que abordamos, cuestionamos y jugamos con la información que nos rodea.

La física es la comprensión de cómo funcionan las cosas, cómo funciona el universo a un nivel fundamental y cómo se comportan las personas y reaccionan a los estímulos que las rodean.

Por último, la ética es una rama de la filosofía que se ocupa del comportamiento humano, de cómo nos tratamos unos a otros y de lo que está bien o mal dentro de esos límites. La palabra ética procede del griego ethikos, que significa «relativo al carácter». Tiene sus raíces en la palabra ethos, que significa carácter o naturaleza moral.

La ética consiste en plantearse cuestiones sobre la moralidad humana y juzgar el comportamiento en relación con un límite establecido de lo correcto y lo incorrecto o el bien y el mal, la virtud y el vicio, la justicia y el delito.

Así pues, para comprender si el comportamiento de una persona es bueno o malo, o cómo podemos llevar nosotros mismos una buena vida, tenemos que recurrir a la filosofía de la ética para encontrar respuestas.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA MORALIDAD?

La ética es importante por varias razones:

En primer lugar, nuestra visión de la ética sirve de brújula para nuestro comportamiento. La forma en que vemos lo que está bien y lo que está mal determina nuestra respuesta a lo que ocurre en el mundo que nos rodea y si esas acciones son correctas o incorrectas. Nuestra comprensión de lo que está bien y lo que está mal determina cómo moderamos nuestro comportamiento.

Si no somos conscientes de lo que está bien y lo que está mal, es más probable que nuestras acciones sean malas o perversas. Cuando somos conscientes de nosotros mismos y comprendemos el impacto de nuestras acciones en otras personas y en el mundo que nos rodea, podemos alinear mejor nuestro comportamiento con lo que es bueno y correcto.

Sócrates creía que una persona sabia sabe lo que está bien y lo que está mal y se comporta en consecuencia. También quiso decir que el mal es simplemente el resultado de nuestra ignorancia o incapacidad para ver con claridad lo que está bien y lo que está mal.

Para ser una buena persona, debemos conocernos a nosotros mismos, saber cómo afectamos al mundo que nos rodea y tener la sabiduría para decidir entre el bien y el mal. El estudio de la ética nos ayuda a ello.

ÁMBITOS DE LA ÉTICA :

METAÉTICA

La metaética es la rama de la ética que considera el tema desde la perspectiva más elevada posible. Aquí nos planteamos preguntas como: «¿Podemos saber alguna vez realmente lo que es objetivamente correcto e incorrecto?», «¿Qué necesitamos saber para juzgar lo correcto y lo incorrecto?». O, «¿Es lo correcto y lo incorrecto siempre una visión subjetiva basada en las opiniones y valores del individuo?».

La metaética se ocupa de cuestiones de ética subjetiva. Aborda la cuestión de si el bien y el mal se juzgan basándose en hechos y datos o en sentimientos y emociones.

ÉTICA NORMATIVA

La ética normativa es quizá la rama más práctica de la ética para la gente corriente. Esta área es el estudio del comportamiento, cómo actuamos, cómo reaccionamos, cómo nos comportamos con nosotros mismos, con las personas que nos rodean y con el mundo.

Cuando pensamos en cómo debemos actuar, cómo debe comportarse una buena persona y cómo debemos tratar a los demás, estamos tratando con ética normativa.

La ética de la virtud, que forma parte de la ética normativa, fue una rama popular de la filosofía helenística practicada por los estoicos. La ética de la virtud sostiene que el carácter moral de una persona es la principal fuerza motivadora del comportamiento moral, y esta filosofía fue propugnada por los primeros filósofos, como Sócrates y Aristóteles.

El autoconocimiento y el autodominio primaban sobre otras áreas del saber porque el autoconocimiento nos permitía no sólo ser más conscientes de nuestra influencia en el mundo que nos rodeaba, sino también reflexionar sobre nuestro comportamiento y avanzar hacia una conducta virtuosa. A través de la virtuosidad nos acercamos a ser una buena persona.

Una persona consciente de sí misma es consciente de cómo reacciona ante su entorno y puede elegir conscientemente comportarse de un modo más favorable. En cambio, la persona inconsciente o ignorante no es consciente de cómo reacciona ante su entorno, ni del impacto que su comportamiento tiene en quienes le rodean. De este modo, no pueden determinar su propio comportamiento y se ven arrastrados en una u otra dirección por lo que ocurre a su alrededor.

Sócrates sostenía que la gente hace lo correcto de forma natural cuando tiene una idea clara de lo que está bien y lo que está mal, y que lo incorrecto es simplemente el resultado de la ignorancia del individuo y de su incapacidad para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto.

ÉTICA APLICADA

La ética aplicada es la rama de la ética que se aplica a situaciones de la vida real, como en el derecho, la biotecnología y los negocios.

Incluye cosas como

  • Los experimentos con seres humanos y animales porque no son éticos.
  • Prácticas empresariales que se aprovechan de los consumidores.
  • Derecho al aborto.
  • La ética militar y la prohibición de determinadas armas.
  • Aprendizaje automático y algoritmos de aprendizaje ético.

¿EJEMPLOS DE ÉTICA?

ÉTICA ESTOICA

El filósofo estoico Epicteto propuso que el bien supremo era la paz mental y la serenidad. La paz interior era la cualidad más elevada que se podía tener y requería el dominio de nuestros deseos y emociones.

Para dominar plenamente nuestro mundo interior, nuestro carácter debe ser resistente frente a elementos externos como las pruebas, los contratiempos y el comportamiento de los demás. Epicteto creía que si permitimos que el comportamiento de los demás nos haga enfadar, entonces no controlamos nuestro mundo interior y nuestro bienestar estará a merced de los demás.

Para los estoicos, la virtud adoptaba la forma siguiente:

  • Templanza: capacidad de una persona para contenerse a pesar del impulso de hacer ciertas cosas o comportarse de cierta manera.
  • Sabiduría: la capacidad de una persona de ver el mundo, a sí misma y a los demás de forma objetiva y de rechazar los prejuicios, las parcialidades y la discriminación.
  • Justicia: capacidad de una persona para actuar correctamente en su comunidad y hacia sus semejantes.
  • Coraje: la capacidad de una persona para hacer lo correcto aunque esté bajo presión para no hacerlo.

HEDONISMO

El hedonismo es la opinión de que maximizar el placer y minimizar el sufrimiento es el bien moral más elevado. El hedonismo abarca desde quienes se entregan a todo tipo de placeres hasta quienes renuncian a fuentes extremas de placer para maximizar nuestras experiencias placenteras.

Los epicúreos rechazaban las fuentes extremas de placer y consideraban que ciertas formas de placer eran perjudiciales para el bienestar humano. Epicuro veía la búsqueda desenfrenada del placer como una vía hacia hábitos y comportamientos destructivos, como la adicción y el daño físico. Por tanto, la búsqueda desenfrenada del placer conduce en muchos casos al sufrimiento.

CONSECUENCIALISMO

El consecuencialismo es la creencia de que lo bueno y lo malo de un comportamiento viene determinado por el impacto que ese comportamiento o acción tiene en el mundo en general. Por tanto, una acción moralmente correcta es la que produce un buen resultado.

Este punto de vista suele describirse como «el fin justifica los medios».

Según este punto de vista, el resultado de la acción se considera lo más importante, no la acción en sí. Así pues, alguien puede tener malas intenciones, pero sus acciones pueden tener un buen resultado para un gran número de personas, lo que hace que su acción sea moralmente buena.

¿CÓMO PODEMOS UTILIZAR LA ÉTICA?

Entonces, ¿cómo podemos utilizar la moralidad en nuestra vida cotidiana?

Una forma sencilla es preguntarte qué significa para ti ser una buena persona y luego aprender a convertirte en esa persona. Esto probablemente incluye:

  • Definir las cualidades de las personas buenas y malas para proporcionar una brújula moral y un marco para nuestra propia filosofía moral.
  • Autoexamen y autoconciencia: si no somos conscientes de cómo nos comportamos y de cómo reaccionamos ante los estímulos, será difícil moderar nuestro comportamiento y acercarnos a la bondad.
  • Atención plena: no podemos moderar nuestro comportamiento si no somos conscientes de lo que hacemos cuando lo hacemos. Así que la capacidad de estar presentes nos permite sorprendernos a nosotros mismos en el acto, interrumpir nuestro comportamiento por defecto y tomar una decisión consciente sobre cómo queremos actuar.

Cuanto más lo hagamos, mejor nos volveremos. Pronto el hábito de detenernos antes de actuar, decidir si es correcto o no y actuar en consecuencia se convertirá en una segunda naturaleza y avanzaremos hacia lo que creemos que es un modo de vida bueno y virtuoso.

FRASES SOBRE LA ÉTICA

«Se dice, pues, que por las acciones virtuosas se produce un hombre virtuoso, y por las acciones templadas un hombre templado; sin ellas ni siquiera se tendría la perspectiva de llegar a ser bueno».

  • Aristóteles

«La virtud está en nuestro poder, al igual que el vicio; pues donde está en nuestro poder actuar, también está en nuestro poder no actuar…».

  • Aristóteles

«La conducta moral de un hombre debe basarse, en efecto, en la simpatía, la educación, los lazos sociales y las necesidades; no es necesaria una base religiosa. En efecto, el hombre se encontraría en un mal estado si se viera frenado por el miedo al castigo y la esperanza de la recompensa después de la muerte.»

  • Albert Einstein

«Considero que el hombre que conquista sus deseos es más valiente que el que conquista a sus enemigos, pues la victoria más difícil es la victoria sobre uno mismo».

  • Aristóteles

«Los hombres malvados … Están en desacuerdo consigo mismos; desean una cosa y quieren otra, como personas insociables que eligen placeres perjudiciales en lugar de lo que ellos mismos consideran bueno.»

  • Aristóteles

«En realidad tenemos dos tipos de moral coexistiendo: una que predicamos pero no practicamos, y otra que practicamos pero raramente predicamos.

  • Bertrand Russell

«Esta es mi simple religión. No hay necesidad de templos, ni de una filosofía complicada. Nuestro propio cerebro, nuestro propio corazón es nuestro templo; la filosofía es la bondad».

  • El Dalai Lama

«El hombre autoritario está hambriento de todas las cosas agradables…. Y se deja llevar por su apetito para elegirlos a expensas de todos los demás».

  • Aristóteles

«Es imposible o no es fácil cambiar con argumentos lo que se ha interiorizado durante mucho tiempo por costumbre».

  • Aristóteles

«Lo que realmente nos asusta y decepciona no son los acontecimientos externos en sí, sino la forma en que pensamos sobre ellos. No son las cosas las que nos perturban, sino la interpretación que les damos».

  • Epicteto

«La experiencia moral -la posesión real y el ejercicio del buen carácter- es necesaria para comprender verdaderamente los principios morales y aplicarlos con sentido».

  • Aristóteles

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