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La dicotomía del control de Epicteto

Contenido

«Algunas cosas están a nuestro alcance, otras no. En nuestro poder están la opinión, los motivos, el deseo, la aversión y, en una palabra, todo lo que es nuestro; no están en nuestro poder nuestro cuerpo, nuestras posesiones, nuestra reputación, nuestro cargo y, en una palabra, todo lo que no es nuestro.»

  • Epicteto

Si pudiera volver atrás en el tiempo y dar a un joven un consejo basado en lo que sé hoy, sería éste: Invierte pronto en Bitcoin.

Si pudiera dar un segundo consejo a los jóvenes, sería que no siempre podemos controlar lo que nos ocurre, pero siempre podemos elegir cómo reaccionamos ante ello. Nuestra reacción es nuestra responsabilidad, es una elección.

En el pasaje de la parte superior de la página, el filósofo estoico Epicteto introduce la dicotomía estoica del control. Es un concepto sencillo que tiene el potencial de cambiar por completo la forma en que afrontamos la vida, los problemas y el sufrimiento.

La Oración de la Serenidad tiene un mensaje similar:

«Dios, dame la paz para aceptar las cosas que no puedo cambiar,

El valor de cambiar las cosas que puedo cambiar,

Y la sabiduría para saber la diferencia».

¿QUÉ ES LA DICOTOMÍA DEL CONTROL?

La dicotomía del control es una práctica estoica que esencialmente dice que algunas cosas están bajo nuestro control y otras no.

Nos proporciona un marco para resolver eficazmente los problemas dividiéndolos en segmentos. Cosas que podemos controlar y cosas que no.

Cuando se trata de control, solemos sufrir de una de estas dos formas (normalmente de ambas):

  • Intentamos controlar cosas de nuestra vida sobre las que no tenemos control:
    • Otras personas, sus creencias, pensamientos, acciones y valores.
    • El tiempo
    • Circulación
    • La economía
    • Política
    • El tiempo
    • etc.

Cuando intentamos controlar lo incontrolable, naturalmente no tenemos influencia y acabamos sintiéndonos impotentes, frustrados, estresados, ineficaces, amargados, enfadados, etc. Sufrimos. Sufrimos.

    1. No nos responsabilizamos de lo que podemos controlar:
    • Nuestras creencias
    • Nuestros valores
    • Nuestras opiniones
    • Nuestras acciones

Si no nos responsabilizamos de las cosas que podemos controlar, no podremos superar nuestra situación porque no centramos nuestra energía en las áreas sobre las que tenemos control. Estamos atascados. Las personas que están atascadas suelen quejarse, lamentarse y desarrollar una mentalidad de víctima. No es un lugar saludable.

La dicotomía del control nos ayuda a cambiar nuestra perspectiva de dos formas importantes:

  • Cuando somos capaces de reconocer lo que escapa a nuestro control, ya no perdemos tiempo y energía intentando cambiarlo. Lo vemos como es, lo aceptamos y seguimos adelante con lo que podemos controlar.
  • Cuando somos capaces de identificar lo que está bajo nuestro control (nuestras creencias, valores y acciones), podemos centrar nuestro tiempo y energía en actuar y avanzar en esas áreas. Esto nos hace mucho más eficaces y eficientes.

Como dijo Epicteto

«Aprovecha lo que esté en tu mano y toma el resto como venga».

¿CÓMO PUEDE AYUDARNOS LA DICOTOMÍA DEL CONTROL?

¿Qué hacemos cuando no podemos cambiar algo pero queremos limitar su impacto en nuestro bienestar?

Saber lo que podemos y lo que no podemos controlar también nos ayuda a desarrollarnos como seres humanos. Si estamos sufriendo, pero la razón de nuestro sufrimiento escapa a nuestro control, sólo tenemos una opción: cambiar nuestra forma de ver las cosas.

Victor Frankl escribió sobre ello en su libro El hombre en busca de sentido:

«Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, estamos llamados a cambiarnos a nosotros mismos».

EL SUFRIMIENTO SE CONVIERTE EN UNA ELECCIÓN:

Una vez que desarrollamos la capacidad de reconocer lo que podemos controlar, el dolor se convierte en una elección.

  • ¿Hay algo que podamos hacer al respecto? No. ¿Entonces por qué pierdes el tiempo preocupándote?
  • ¿Podemos hacer algo al respecto? Sí. Entonces haz algo.
  • La tercera opción es que sepas que puedes hacer algo al respecto, pero decidas no hacerlo. Siempre es una elección.

CONCLUSIÓN

Hay muchas cosas en la vida que escapan a nuestro control. Aprender a aceptarlo es probablemente el mayor paso que puedes dar para vivir una vida resiliente y reducir el dolor.

Aunque a veces se critica la dicotomía del control como derrotista o pasiva, en realidad centra nuestra energía exactamente donde podemos añadir valor a nuestras vidas. En lugar de malgastarlo en cosas que no se mueven, por mucho que nos quejemos, suframos o resintamos.

La mierda pasa, a veces para bien, a veces para mal. Pero siempre tenemos la opción de elegir cómo reaccionamos. Siempre tenemos la opción de sacar lo mejor de lo que tenemos a nuestro alcance y aceptar el resto como venga.

Amor Fati

EXTRA – MEDITACIÓN DE 2 MINUTOS SOBRE LA DICOTOMÍA DEL CONTROL

Coge un papel y un bolígrafo y piensa en un problema que tengas en tu vida.

Dibuja un círculo grande y dentro de este círculo dibuja otro más pequeño. En el círculo más pequeño, piensa en aquello sobre lo que tienes control (tus pensamientos, creencias y acciones). Escríbelos en este círculo.

A partir de esta lista puedes ver dónde puedes utilizar lo que tienes para mejorar tu situación.

Escribe en el círculo más grande lo que está fuera de tu control (el tiempo, la economía, otras personas, las opiniones de los demás, las acciones de los demás, la política, el tráfico, etc.).

Con esta lista puedes ver más fácilmente lo que sufres y lo que tienes que aprender a aceptar. No está en tus manos y por mucho que te quejes o te duela, no cambiará.

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