DEFINICIÓN DE EUDAIMONIA
Eudemonia es una palabra griega que se traduce como «buen espíritu». Se utiliza habitualmente para describir un estado de bienestar, felicidad y satisfacción. En el estoicismo antiguo, el término se utilizaba para referirse a un estado en el que una persona vivía de acuerdo con la virtud y, por tanto, llevaba una vida de felicidad y plenitud.
En muchas escuelas de la filosofía griega, la eudaimonía se consideraba el camino hacia un modo de vida virtuoso y moral. El bien supremo que puede alcanzarse es una vida conforme a la razón y a la virtud, que por definición conduciría a un estado de eudaimonía.
Los estoicos creían que este estado no puede alcanzarse por medios externos, como la búsqueda del placer, la riqueza material o la evitación del sufrimiento. En cambio, sólo puede lograrse mediante el desarrollo de nuestro estado interior y de nuestro carácter.
Para los estoicos, primero debemos aprender a comprender el universo en el que vivimos, y luego aprender a aceptarlo tal como es, en lugar de resistirnos e intentar cambiar lo que no se puede cambiar.
ARISTOTELES
El filósofo griego Aristóteles escribió extensamente sobre el tema de la eudaimonía, afirmando que el objetivo último de la vida humana y la dirección que debe guiar la acción humana es la consecución de este estado superior de felicidad.
Al igual que otras escuelas filosóficas, Aristóteles enseñaba que la eudaimonía se alcanza mediante una vida virtuosa, una vida vivida según la razón y en armonía con el mundo que nos rodea.
Creía que una persona que vive una vida virtuosa y desarrolla un estilo de vida centrado en cosas como el valor, la templanza, la sabiduría y la justicia vivirá una vida de bondad y, en última instancia, será feliz y estará contenta.
¿CÓMO PODEMOS ALCANZAR LA EUDAIMONIA?
Los estoicos creían que la dicha puede alcanzarse viviendo virtuosamente y desarrollando un buen carácter moral.
Cuando nos comportamos destructivamente por codicia, ira, impulsividad o celos, dañamos nuestro carácter moral, desestabilizamos nuestra paz interior y dificultamos el camino hacia la dicha.
Entonces, ¿cómo podemos vivir con virtud y ayudarnos a alcanzar la dicha?
Vivir una vida virtuosa es un objetivo para muchas personas, por muchas razones diferentes. Aunque la forma de llegar a ella varía, al igual que la importancia de la virtud para las distintas personas, he aquí algunas formas de desarrollar esta cualidad en nuestras propias vidas:
- Comprende qué significa para ti la virtud: el mejor primer paso es comprender exactamente qué significa para ti la virtud. ¿Qué significa vivir con virtud? ¿Cómo es una persona virtuosa? Luego piensa qué virtudes valoras y qué prioridad les das. Esto varía de una persona a otra y depende de nuestros valores, experiencias y creencias. Por tanto, es importante que decidamos esto por nosotros mismos en lugar de adoptar los valores y creencias de otros.
- Establece objetivos: Una vez que conocemos las virtudes que nos importan, podemos observar nuestra propia vida y averiguar cómo integrar esas virtudes en nuestra vida. ¿Cómo trabajarás hacia la sabiduría? ¿Cómo desarrollarás la templanza? ¿Qué harás para ser más honesto? Todo este trabajo no es nada si no se pone en práctica.
- Práctica: Cada día hay muchas oportunidades de llevar estas virtudes a nuestra vida. Por ejemplo, comer bien, dormir bien, ser más honesto, hacer ejercicio, hacer donaciones benéficas, leer y aprender, meditar y reflexionar sobre nosotros mismos, ser amables con los demás y con nosotros mismos, perdonar, etc.
- Reflexión. Vigila cómo evoluciona tu práctica, si son necesarios cambios, cómo te va en términos de cambio de comportamiento, etc.
Es importante recordar que el desarrollo de las virtudes es un proceso que dura toda la vida, no hay punto final ni línea de meta. Es simplemente el camino de vivir de un modo que mejore nuestro impacto en el mundo y, por tanto, nos aporte felicidad y tranquilidad.
ESTOICISMO Y VIVIR EN ARMONÍA CON LA NATURALEZA:
El estoicismo ponía gran énfasis en vivir en armonía con la naturaleza o el orden racional del universo. Cuando comprendemos la naturaleza del universo y nuestro lugar en él, podemos aprender a aceptar todo lo que ocurre a nuestro alrededor y encontrar la paz donde antes sólo experimentábamos frustración y resistencia.
La forma de vivir en armonía con la naturaleza es desarrollar la sabiduría, ver el mundo, a sus habitantes y a nosotros mismos de forma más objetiva y ver las cosas como realmente son, sin nuestros sesgos, prejuicios y creencias personales.
Cuando somos capaces de ver el mundo con claridad, podemos reconocer lo que está bajo nuestro control y lo que no. El filósofo estoico Epicteto enseñó que podemos controlar muy pocas cosas, sólo nuestros pensamientos, creencias, acciones y reacciones. Eso es todo. Todo lo externo escapa a nuestro control, y si aceptamos este hecho, nos acercamos a vivir en armonía con el mundo que nos rodea.
Al igual que Aristóteles, los estoicos ponían gran énfasis en el desarrollo de las virtudes, especialmente la sabiduría, el valor, la templanza y la justicia. Les ayudamos a dirigir sus acciones hacia una vida buena y feliz.
El ideal estoico de vivir en armonía con la naturaleza consiste, en pocas palabras, en alinearse con el orden racional del universo, comprender el lugar que uno ocupa en él y vivir de tal modo que se pongan en práctica las virtudes de la sabiduría, la templanza y la justicia. Esta forma de vida conducirá al estoico al camino de la dicha.