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«El diario estoico» de Ryan Holiday y Stephen Hanselman (resumen del libro).

Contenido

El Estoico Diario de Ryan Holiday es un libro de 366 meditaciones estoicas, una para cada día del año.

Sea lo que sea por lo que estés pasando, hay consejos de los estoicos que te ayudarán. A pesar de la avanzada edad de la filosofía, «las obras de los estoicos siempre han sido frescas y pertinentes», porque el estoicismo sigue siendo muy relevante hoy en día. Holiday dice que «los que mueven el mundo han descubierto que les da la fuerza y la resistencia que necesitan para sus difíciles vidas».

El objetivo de este libro es «devolver al estoicismo el lugar que le corresponde como herramienta en la búsqueda del autodominio, la perseverancia y la sabiduría». Si quieres vivir la buena vida, este libro te ofrece una dosis diaria de inspiración y sabiduría.

¿A quién va dirigido El Estoico Diario?

  • Cualquier persona interesada en la filosofía estoica
  • Cualquiera que busque inspiración para hacer más
  • Cualquiera que busque estrategias para superar los retos de la vida

¿Cómo se organiza El Estoico Diario?

Como sugiere el subtítulo, el libro ofrece 366 meditaciones sobre la sabiduría, la perseverancia y el arte de vivir. Estas meditaciones diarias son citas estoicas, traducidas por Stephen Hanselman, mezcladas con pensamientos de Ryan Holiday, una para cada día del año.

La estructura se basa en los ejercicios de los estoicos en sus tres disciplinas básicas:

  • La Disciplina de la Percepción: cómo vemos y percibimos el mundo que nos rodea.
  • La disciplina de la acción: las elecciones y acciones que hacemos y con qué fin.
  • La disciplina de la voluntad: cómo afrontamos las cosas que no podemos cambiar, cómo llegamos a juicios claros y convincentes, y cómo comprendemos realmente nuestro lugar en el mundo.

«Controlando nuestras percepciones», dicen Ryan Holiday y los Estoicos, «podemos encontrar la claridad mental». Alineando nuestras acciones con rectitud y justicia, seremos eficaces. Utilizando y alineando nuestra voluntad, encontramos la sabiduría y la perspectiva para afrontar cualquier cosa que el mundo nos ponga delante.»

Las vacaciones eran cuatro meses dedicados a cada disciplina, con una cualidad estoica específica para desarrollar en nuestras propias vidas. En este resumen encontrarás los aprendizajes clave de cada mes. Profundiza.

La disciplina de la percepción

Enero: Claridad

La práctica más importante de la filosofía estoica consiste en distinguir entre lo que podemos cambiar y lo que no. Lo que podemos influir y lo que no.

En cualquier circunstancia, ya sea adversa o ventajosa, sólo debemos hacer una cosa: centrarnos en lo que está bajo nuestro control, no en lo que no está bajo nuestro control…. Una cosa permanecerá constante: nuestra libertad de elección.

En última instancia, se trata de claridad. Seamos quienes seamos, estemos donde estemos, lo que importa son nuestras elecciones.

La paz y la estabilidad son el resultado de tus elecciones y tu juicio, no de tu entorno.

Tenemos que centrarnos en dónde reside nuestra fuerza, y eso es en nuestras acciones y juicios. No podemos controlar los acontecimientos externos, pero podemos controlar nuestra reacción ante ellos. Aquí es donde tenemos que crear claridad.

Febrero: Pasiones y sentimientos

El poder es la capacidad de tener el control sobre nosotros mismos. Es la persona que nunca se enfada, que no puede ser sacudida, porque controla sus pasiones, en lugar de ser controlada por sus pasiones.

La reacción emocional sólo empeora la situación.

Como han dicho repetidamente los estoicos, la ira casi nunca resuelve nada. Suele empeorar las cosas.

Imagina cuánto poder tendrías en tu vida y en tus relaciones si todas las cosas que molestan a los demás… no importaran tanto. ¿Y si donde los demás están alterados, celosos, agitados, posesivos o codiciosos, tú fueras objetivo, tranquilo y lúcido?

No podemos controlar nuestros sentimientos, eso sería una ilusión. Pero podemos observarlos y discutir por nosotros mismos si queremos seguirlos o no. Podemos pensar antes de actuar (otra vez).

«Cuanto más se acerca un hombre a una mente tranquila, más se acerca al poder». Como dijo Marco Aurelio Una cosa que podemos hacer para conseguir una mente tan fuerte y tranquila es no desear nada que escape a nuestro control.

En marzo: Conciencia

La filosofía da miedo. ¿Por dónde empezamos? ¿Con libros? ¿Con conferencias? ¿Con la venta de tus bienes materiales? Ninguna de ellas. Epicteto dice que te conviertes en filósofo cuando empiezas a aplicar la lógica que te guía y a cuestionar los sentimientos, las creencias e incluso el lenguaje que los demás dan por sentado.

Quizá podríamos decir que iniciamos nuestro viaje hacia la filosofía cuando tomamos conciencia de nuestra capacidad para analizar nuestra propia mente.

Igual que puedes andar bien sin zapatos, no necesitas entrar en un aula para comprender la realidad básica y fundamental de la naturaleza y nuestro papel en ella. Empieza por tomar conciencia y reflexionar.

La autoconciencia es la capacidad de evaluarnos objetivamente. Es la capacidad de cuestionar nuestros instintos, patrones y suposiciones.

Al principio de cualquier cambio está la conciencia. Si no podemos observarnos en nuestros pensamientos y acciones, ¿cómo podemos cambiar?

Es una constatación importante. La conciencia nos ayuda a aplicar los principios estoicos, pero también mejora con la práctica. Empieza con una reflexión diaria.

Abril: Pensamiento imparcial

Si doblas el cuerpo en posición sentada durante un largo periodo de tiempo cada día, la curvatura de tu columna vertebral cambia Lo mismo ocurre con tu mente. Si tienes una actitud negativa permanente, pronto todo lo que encuentres te parecerá negativo.

Si hay una lección fundamental en el corazón de esta filosofía, es que no somos tan listos y sabios como nos gustaría creer. Si queremos ser sabios, debemos cuestionar y ser humildes.

¡Nuestros sentidos se engañan a sí mismos constantemente! Como animales sometidos a la lenta fuerza de la evolución, hemos desarrollado todo tipo de heurísticas, prejuicios y respuestas emocionales que pueden haber funcionado bien en la sabana, pero que son totalmente contraproducentes en el mundo actual.

Parte del estoicismo consiste en cultivar una conciencia que te permita dar un paso atrás y analizar tus sentidos, cuestionar su exactitud y avanzar sólo con los sentimientos positivos y constructivos.

No debemos confiar ciegamente en nuestros sentidos, sino ponerlos a prueba. Comprueba tus impresiones antes de continuar. En eso consiste la filosofía estoica: en vivir con intención y de acuerdo con los valores fundamentales. No ceder a la primera impresión que nos tienta a hacer lo que es fácil y divertido.

El estoicismo consiste en mirar las cosas desde todos los ángulos. Queremos ver las cosas con claridad y objetividad. Y elegir la mejor respuesta posible ante cualquier situación.

La disciplina de la acción

Mayo: acción correcta

El monje se pone la túnica. El sacerdote se pone el alzacuellos. Un estoico no tiene uniforme ni se parece a un estereotipo. No los reconoces por su aspecto, su mirada o su sonido. ¿La única forma de reconocerlos? Por su carácter.

Nuestras creencias y principios nos guían a la hora de elegir lo que queremos, pero en última instancia son nuestras acciones las que determinan si lo conseguimos o no.

Por tanto, nuestra ambición no debe ser ganar, sino hacerlo lo mejor posible. Nuestra intención no es agradar ni reconocer, sino ayudar y hacer lo que consideramos correcto. No nos centramos en lo que nos ocurre, sino en cómo respondemos. En ello encontraremos siempre satisfacción y resistencia.

Las pequeñas cosas suman. Alguien es una buena persona no porque diga que lo es, sino porque hace cosas buenas. No se encuentra por arte de magia, es cuestión de muchas elecciones individuales.

Las vacaciones tienen una garantía para un buen día: hacer cosas buenas. Como el fenómeno compuesto, las pequeñas cosas se suman. Una buena acción cada vez es todo lo que podemos hacer.

Es sencillo, como observó Marco Aurelio: «¿Cuál es tu vocación? Ser un buen hombre».

Junio: Resolución de problemas

Los obstáculos forman parte de la vida: las cosas ocurren, los obstáculos se interponen, las situaciones salen mal. Pero nada puede detener a la mente estoica cuando funciona correctamente, porque ha guardado «una cláusula de retroceso» en cada plan de acción.

Nadie ha dicho que la vida sea fácil. Nadie dijo que sería justo.

Tenemos una elección: ¿nos centramos en las formas en que se nos ha agraviado, o utilizamos lo que se nos ha dado y nos ponemos a trabajar? ¿Esperamos a que alguien nos salve, o atendemos a la llamada empoderadora de Marco Aurelio: «Involúcrate activamente en tu propia salvación -si es que te importa- y hazlo mientras puedas»?

Esta historia encarna la flexibilidad y la determinación del estoicismo. Si no podemos hacerlo, tal vez podamos intentar esto. Y si no podemos hacerlo, tal vez podamos intentar otra cosa. Y si esta cosa es imposible, siempre hay otra. Aunque sólo sea para ser una buena persona, siempre tenemos la oportunidad de poner en práctica nuestra filosofía y hacer una contribución.

Independientemente de lo que nos ocurra, podemos elegir. Podemos seguir siendo flexibles y adaptarnos a la situación, mirarla objetivamente y ver las distintas opciones de que disponemos.

La vida está hecha para ser difícil. Es una oportunidad para mejorar. Siempre es una oportunidad para poner en práctica nuestra filosofía. Cada desafío al que nos enfrentamos es una oportunidad para practicar la paciencia, el valor, el perdón y la perseverancia.

Julio: Deber

A medida que maduramos… comprendemos que es un servicio que los líderes hacen al mundo cuando se levantan y ayudan. Es nuestro deber hacerlo, en situaciones grandes y pequeñas. Si queremos ser líderes, debemos comprender que el servicio ingrato forma parte del trabajo. Debemos hacer lo que hacen los líderes porque es lo que hacen los líderes, no por alabanzas, ni por agradecimiento, ni por reconocimiento. Es nuestro deber.

No basta con no hacer daño. También debes ser una fuerza del bien en el mundo lo mejor que puedas.

No intentamos aprobar nuestros exámenes o impresionar a nuestros profesores. Estudiamos y aprendemos a vivir, a ser buenas personas, siempre y para siempre.

Nuestra tarea en este mundo es muy sencilla: tenemos que ser buenas personas. Nuestra tarea es aprender a ser buenas personas. Esa es la razón por la que estamos aquí. Como líderes, tenemos que levantarnos y hacer lo que es correcto.

Holiday pregunta: «¿Por qué demonios necesitas agradecimiento o reconocimiento por hacer lo correcto? Ese es tu trabajo».

Agosto: Pragmatismo

Nos decimos a nosotros mismos que necesitamos la actitud adecuada antes de ponernos por fin manos a la obra. O nos decimos a nosotros mismos que unas vacaciones o un tiempo libre serán buenos para una relación o una enfermedad. Esto es autoengaño en estado puro. Mucho mejor es volvernos realistas y adaptables, capaces de hacer lo que necesitemos en cualquier momento y lugar. El lugar para hacer el trabajo y vivir la buena vida está aquí.

Los verdaderos filósofos… creía que lo que se dice importa menos que lo que se hace…. La forma de demostrar que realmente entiendes lo que dices y escribes, que eres verdaderamente original, es ponerlo en práctica. Sobre todo, háblales a través de tus actos.

Piensa en alguien que conozcas y que tenga un carácter de granito. ¿Por qué son tan dignos de confianza, fiables y excelentes? Puede que reconozcas un patrón: la coherencia. No sólo son honestos cuando les conviene. No sólo están a tu lado cuando importa. Las cualidades que les hacen admirables aparecen en cada una de sus acciones…. Eres la suma de tus acciones.

No esperes al momento perfecto. Nunca llegará. En lugar de eso, empieza aquí y ahora.

Elige quién quieres ser, elige los valores por los que quieres vivir. Y luego actúa consecuentemente como esa persona con carácter de granito.

La disciplina de la voluntad

Septiembre: Fortaleza y resilencia

Como nos recuerda Séneca: «Es precisamente en tiempos de tolerancia al cuidado cuando el alma debe endurecerse de antemano para ocasiones de mayor estrés…. Si no quieres que una persona fracase cuando llegue la crisis, entrénala antes de que llegue».

Es una tontería esperar la felicidad. Si esperas una cosa, puedes esperar tener la fuerza de carácter necesaria para beneficiarte de la suerte. O mejor aún, trabaja en construir ese tipo de carácter y confianza. Reflexiona sobre cada acción y cada pensamiento: piensa en ellos como bloques de construcción de tu carácter resiliente.

Esa es la cuestión: alguien puede encadenarte, pero no tiene poder para cambiar lo que eres. Incluso bajo las peores torturas y crueldades que los seres humanos pueden infligirse unos a otros, nuestro poder sobre nuestras propias mentes y nuestro poder de tomar nuestras propias decisiones no puede romperse.

Aunque no tengamos control sobre los acontecimientos externos, podemos decidir cómo responderemos a ellos.

Los estoicos tenían el concepto de ciudadela interior. Es la fortaleza de tu mente que protege tu alma. Podemos ser físicamente vulnerables, pero nuestro reino interior permanece intacto. Tu mente siempre puede permanecer filosófica.

Octubre: Virtud y bondad

Nos pasamos el día respondiendo y reaccionando, pero rara vez nos detenemos realmente y nos preguntamos: ¿es compatible con mi fe lo que voy a hacer? O, mejor aún, ¿es éste el tipo de cosas que me gustaría hacer?

Hoy, intentemos ser mejores que las cosas que nos frustran o nos hacen daño. Intentemos ser el ejemplo que queremos que sigan los demás. Es un asco ser infiel, ser egoísta y sentir la necesidad de causar dolor a tus semejantes. Mientras tanto, es bastante agradable vivir moralmente y bien.

Si quieres avanzar en tu propia posición en la vida, el carácter es la mejor palanca, quizá no a corto plazo, pero sin duda a largo plazo.

¿De qué sirve ganar en los deportes pero perder en tus esfuerzos por ser un buen marido, esposa, padre, madre, hijo o hija? No confundas ser mejor persona con ser mejor en algo.

Mejora en lo que es importante.

Recoges lo que siembras. Sé amable y justo con los demás y sé valiente y coherente en tus acciones. El estoicismo no consiste en juzgar el comportamiento de los demás, sino en juzgar el nuestro.

«¿Acaso la luz de una lámpara brilla y sigue brillando hasta que se agota su combustible?» Marcos pregunta: «¿Por qué no han de brillar hasta el agotamiento vuestra verdad, vuestra justicia y vuestro dominio propio?

Noviembre: Aceptación/Amor Fati

Ha ocurrido algo que desearíamos no haber visto. ¿Qué es más fácil de cambiar: nuestra mente o el acontecimiento ocurrido? La respuesta es obvia. Acepta lo ocurrido y cambia tu deseo de que no hubiera ocurrido. El estoicismo llama a esto el «arte de la aquiescencia»: aceptar cada pequeña cosa en lugar de luchar contra ella.

Ninguna prosperidad, ninguna dificultad es segura para siempre. Un triunfo se convierte en una prueba, una prueba se convierte en un triunfo. La vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

No importa lo bien preparados que estemos, lo hábiles que seamos o lo inteligentes que seamos, el resultado final está en el regazo de los dioses.

Practiquemos hoy esta perspectiva. Imagina que cada acontecimiento, deseado o inesperado, está pensado especialmente para ti. No te opondrías a eso, ¿verdad?

No tienes que creer que hay un Dios dirigiendo el universo», dice Holiday, «sólo tienes que dejar de creer que tú eres el director».

La próxima vez, antes de juzgar algo como bueno o malo, piénsalo un momento: Es imposible saber si es bueno o malo. No sabemos lo que nos depara el futuro. El universo es demasiado complejo para conocer las consecuencias de la buena o mala suerte. (¿Has oído alguna vez la historia del tal vez?).

Y la aceptación no es resignación pasiva. Es el primer paso de un proceso activo de superación personal.

Diciembre: Meditación sobre la mortalidad

La filosofía no es una búsqueda sin rumbo sólo apta para académicos o ricos. Al contrario, es una de las actividades más significativas a las que puede dedicarse un ser humano. Su objetivo es, como dijo Henry David Thoreau, «resolver los problemas de la vida no sólo teórica sino prácticamente». Esto encaja perfectamente con la famosa cita de Cicerón: «Filosofar es aprender a morir».

Marco Aurelio decía que no poseemos nada y que incluso nuestra vida es confidencial. Por mucho que arañemos, luchemos y trabajemos para conseguir cosas, nos las pueden arrebatar en un segundo. Lo mismo ocurre con otras cosas que queremos considerar «nuestras», pero que son igual de inseguras: nuestra posición, nuestra salud o fuerza física, nuestras relaciones. ¿Cómo pueden ser realmente nuestras esas cosas si hay algo que no somos nosotros: el destino, la desgracia, la muerte, etc.? – puede arrebatárnoslos sin previo aviso?

El objetivo de toda nuestra lectura y estudio es ayudarnos en la búsqueda de la buena vida (y de la muerte). En algún momento tenemos que dejar los libros a un lado y pasar a la acción. Para que, como decía Séneca, «las palabras se conviertan en hechos».

Memento mori – recuerda que eres mortal. Debemos recordar que nuestra vida en este planeta es limitada. Por eso los estoicos nos aconsejaban vivir nuestra vida al máximo, siempre conscientes de que esta vida que se nos ha dado nos será arrebatada sin previo aviso.

Las vacaciones consisten en perder demasiado tiempo en cosas triviales, como ver demasiadas horas de televisión, cotillear, consentir o malgastar nuestro potencial. Séneca lo dijo mejor: «Somos tacaños con los bienes y el dinero, pero pensamos muy poco en cómo malgastamos nuestro tiempo, con el que todos deberíamos ser más estrictos».

Es hora de hacer las cosas que queremos hacer y convertirnos en la persona que queremos ser.

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